Te explicamos en qué consiste y cuáles son los síntomas para que puedas identificarlos.
Las relaciones destructivas o disfuncionales, mejor conocidas como “tóxicas”, son aquellas que generan daño, malestar o sufrimiento.
Las relaciones “tóxicas” se pueden presentar en pareja, entre familia, amigos, compañeros de trabajo e inclusive afecta a hombre y a mujeres por igual.

En una relación de pareja, puedes identificarlo si:
- Existe una dependencia emocional, es decir, llegas a creer que tu estado de ánimo es causado por como actúa tu pareja contigo o por lo que te dice.
- Cuando hay un desacuerdo se presentan este tipo de actitudes: necesidad de control, desprecios, malos tratos, chantaje emocional, manipulación, enfados, indiferencia, gritos, insultos, humillaciones, inclusive golpes solo para desquitar el coraje y hacer sentir culpable a la pareja, creyendo que has obtenido la victoria en una discusión, en lugar de centrarte en una solución que beneficie a ambos.
- Terminan constantemente la relación y regresan, lo hacen tantas veces, que en ocasiones se utiliza como medio de control y se ha convertido en una costumbre.
- No te sientes amado completamente, existe en ti la sensación de que te falta algo, estás insatisfecho y triste la mayor parte del tiempo.
- No existe la confianza, hay mentiras y celos.

¿Te sientes así? ¡Libérate de una relación destructiva!
Primero, reconoce que estás en una relación “tóxica”, en seguida, admite que no existe la culpa, se llama responsabilidad y es compartida, busca intervención de un especialista, recuerda que tu salud emocional depende de ti.
Te dejamos aquí el violentómetro, una herramienta que puede ayudarte a identificar si sufres algún tipo de violencia en tus relaciones.
