En ocasiones los grandes artistas deciden alejarse de los reflectores temporalmente para dedicarse a su vida personal, y este es el caso de Rihanna, que desde 2016 se alejó de las grandes giras y presentaciones, para centrarse en su vida privada y en su empresa de maquillaje. No fue hasta el domingo pasado que volvió de manera triunfal a los grandes escenarios, pues fue la encargada de dar vida al espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LVII (57).
Su presentación se destacó por su outfit totalmente en color rojo, mientras que su séquito de bailarines, vestidos en ropas completamente blancas, le hicieron compañía durante el show mientras se encontraban sobre plataformas flotantes que variaban en tamaño y altura.
Inmediatamente en redes comenzaron las especulaciones y la polémica por su abultado abdomen que la artista lució durante su presentación, sin preocupaciones por ocultarlo.
Dichas especulaciones fueron aclaradas cuando el representante de la cantante originaria de Barbados confirmó que espera un segundo hijo de su pareja, el rapero estadounidense A$AP ROCKY, tan solo a un año de la llegada de su primer hijo.
La súper modelo británica Cara Delevingne mostró su simpatía hacia Rihanna, ya que se dejó ver en el encuentro portando una playera con la frase “Rihanna concert interrupted by a football game, weird but, whatever” “El concierto de Rihanna interrumpido por un partido de fútbol, extraño pero, da igual”.
